Clima

Caracterizar el clima de una zona de trabajo es un punto de partida (colores grises). Pero debemos hacer además un seguimiento del año en curso para anticipar los trabajos necesarios tanto en viña como en bodega: ¿cómo son las reservas de invierno?¿cuánto y cuándo llueve durante el ciclo?¿cuál es la suma térmica al vendimiar? Preguntas concretas respondidas numéricamente nos ayudan a tomar decisiones sólidas y orientadas al vino.

Equilibrio en seco

La poda se puede medir racionalmente.

Conceptos como pulgar de renovación, varas de carga y yemas francas y casqueras nos permiten definir con claridad la corriente de savia (yemas de renovación R), la carga del año (yemas R + F). Así establecemos de un modo objetivo el equilibrio de carga del año en curso respecto al anterior (número de tallos).

Equilibrio en verde

En el ejemplo vemos la limpieza de los pulgares. Los trabajos en verde deben ser guiados por los m2 de hoja disponible, la carga de racimos y las reservas de agua del año.

Así establecemos el equilibrio en verde del año en curso.

Fenología

La uva de vinificación se comporta de modo similar a otras frutas. Y es conocido que hay una relación directa entre la maduración y los días transcurridos desde el envero.

El clima del año hará que el equilibrio se más o menos alcohólico y los aromas más o menos frescos

Programa de vendimia

El fin concreto y último es un programa de vendimia, con fechas en función del perfil aromático deseado, y con Kg, para poder llenar depósitos con uvas compatibles para obtener el vino deseado.

De este modo se puede organizar tanto el campo (cuadrillas/máquinas) como la bodega (recepción diaria, orden de llenado, inicio y final de vendimia).